Porque sentíamos que estábamos en deuda con él, no hemos podido dejar de escribir unas líneas sobre Reyes Abades, el mago de los efectos especiales del cine español, amante de los retos y los planos imposibles y galardonado por ello con 9 Goyas a los mejores efectos especiales y otros premios internacionales.

Fallecido el 1 de febrero de 2018, deja tras de sí una filmografía que supera el cuarto de millar de créditos, aplaudidas creaciones made in spain de Alex de la Iglesia o Guillermo del Toro y colaboraciones con talentos internacionales como Paul Verhoeven o Ridley Scott.

Contaba con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el premio Ricardo Franco del Festival de Málaga y la Medalla de Extremadura.

Desde la creación en 1987 de la categoría a los mejores efectos especiales ha sido el director de efectos especiales que más premios Goya ha obtenido por: ¡Ay, Carmela! Beltenebros, Días Contados, El día de la bestia, Tierra, Buñuel y la mesa del rey Salomón, Lobo, El laberinto del Fauno, y el último, en 2011, por Balada triste de trompeta

Por ello, queremos rendir un pequeño y particular homenaje mostrando algunos de sus mejores trabajos:

Balada triste de trompeta – 2010

El poderío visual de esta cinta de Alex de la Iglesia le mereció su último Goya, donde los efectos especiales fueron esenciales para dar forma a una grotesca y peculiar visión de los últimos años del franquismo.

El laberinto del fauno – 2006

Con el trabajo como coordinador de efectos en la creación de esta pieza mágica e irrepetible de Guillermo del Toro consiguió el octavo Goya de su carrera.

Buñuel y la mesa del rey Salomón – 2001

Su aportación a la hora de recrear el surrealista y onírico mundo de este largometraje de Carlos Saura supuso el único Goya que se ganó esta cinta, el de los mejores efectos especiales.

El día de la bestia – 1995

Una titánica labor de efectos especiales del equipo de Reyes Abades sin la que no hubiera sido posible recrear en la calles de Madrid el mismísimo Apocalipsis de esta pieeza de Álex de la Iglesia.

¡Ay, Carmela! – 1990

El trabajo de Abades en la recreación de los diversos escenarios de una España sumida en plena guerra civil le llevó a conseguir su primer Goya en 1991 de la mano de Carlos Saura.

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